Es fácil de cultivar y una superviviente nata en cualquier espacio: aguanta temperaturas elevadas y también bajas (hasta -5ºC). Resulta muy decorativa con sus hojas robustas y verticales, su verde «atigrado» y el borde de las hojas entre verde lima y amarillo.
Además, ¡es una gran limpiadora del aire interior de la casa! De hecho, está recomendada por la NASA (Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio de Estados Unidos) para eliminar del aire que respiramos tóxicos como el benceno, el tolueno, el xileno, el tricloroetileno y el formaldehído.
Y añade a esto que es muy resistente a las plagas; incluso los ácaros lo tienen difícil con ella. Por todo ello, está el top ten de las que no pueden faltar en tu casa si eres principiante.
Consejos: Aunque es muy resistente, lo ideal es colocarla en lugares con mucha luz porque, al ser de crecimiento lento (solo crea 3-4 hojas nuevas al año), las hojas no tendrán fuerza y les costará crecer rectas y erguidas.
Si la quieres mantener vigorosa, no riegues en exceso y solo cuando la tierra esté seca. En invierno, solo necesita agua una o dos veces al mes. Su temperatura ideal está entre los 15 y los 20ºC. Procura no tocar las puntas de las hojas, ya que son sensibles y pueden estropearse con facilidad.
Deco: Al ser de crecimiento muy vertical, llena de color y elegancia un rincón anodino de la casa. También equilibra espacios con una decoración demasiado horizontal (sobre un mueble o con un conjunto de plantas más pequeñas).
Si te enamoras de esta «planta diez», busca una estantería que te permita colocar 6-8 macetas pequeñas y cultiva diferentes variedades de sansevierias (hay unas 70 variedades y 15 de ellas se cultivan comercialmente).
Algunas, como la trifasciata, tienen hojas en forma de espada; otras con forma de roseta. Con un conjunto de variedades de lenguas de tigre consigues una gran gama de verdes y un efecto decorativo espectacular.